
Actualmente se vive en la Era de la Información donde los recursos informativos desempeñan un papel determinante para el desarrollo social y los efectos de la informatización transforman los modos de trabajo, de educarse y de vivir en una parte privilegiada del planeta, lo que indudablemente acentúa más los desniveles culturales de los des privilegiados.
A pesar de las notables diferencias entre los países desarrollados y los países en desarrollo, unos que se benefician de la información y otros que casi no la reciben, como consecuencia de las inequidades existentes, todos los gobiernos tienen el deber de dotar a sus ciudadanos con capacidades intelectuales para enfrentar los desafíos de la sociedad y alcanzar un desarrollo sostenible, lo cual solo es posible con un sólido sistema educacional y una elevada justicia social.
El conocimiento y la información son las principales vías de desarrollo en este siglo XXI y la del futuro previsible, teniendo como premisa los adelantos tecnológicos del pasado siglo.
En nuestra sociedad, el conocimiento es un recurso indispensable presente en todos los sentidos, por lo que será necesario poseer capacidad para crearlo y generarlo, absorberlo, transmitirlo y utilizarlo, es cuando aparece entonces la gestión de conocimiento que necesariamente cuando se use requiere de la gestión de información.La gestión de la información, como parte esencial de la infraestructura para la gestión del conocimiento, suministra datos y genera conocimientos para la búsqueda de posibles soluciones a los problemas cotidianos de la Ciencia.
La gestión del conocimiento asegura la disposición de información precisa y oportuna, necesaria para su adaptación continua a los cambios internos y externos del desarrollo medioambiental.
Una eficiente gestión de la información, como aplicación de la gestión de la calidad, garantiza no sólo que las instituciones de información presten servicios eficientes, sino que la organización obtenga mayor y mejores resultados.
En los servicios de información convergen, indisolublemente ligados, la gestión de información y del conocimiento, aunque es fundamental entender que lo que se debe gestionar es la información, la cual tributa a potenciar la gestión del conocimiento.
La información es la única fuente inagotable para la obtención de nuevos conocimientos. Todo profesional tiene el deber ineludible de seguir de cerca el desarrollo de la rama en que labora para poder brindar nuevos aportes a la sociedad y al docente -por su papel rector en el proceso formativo de sus alumnos- más que a nadie le concierne ser un abanderado en esta concepción, porque es el encargado de preparar a las nuevas generaciones, en correspondencia con las necesidades de la sociedad que se edifica.
El profesional de la información es el organizador por excelencia de esta actividad, en tanto ha de ser capaz de localizarla en cualquier medio, interpretarla y procesarla para ponerla al servicio de la organización. Es un investigador que debe moverse entre el laboratorio del aprendizaje y un facilitador del proceso de enseñanza-aprendizaje; entonces puede decirse que la biblioteca constituye un laboratorio intelectual de investigación, información, documentación y lectura.
Los bibliotecarios o especialistas de la información son comunicadores cuyos valores y prioridades se relacionan con el usuario. Estos laboran en los departamentos de información científico- técnica que forman parte directa del proceso de investigación científica porque atienden la difusión y conversión del conocimiento, y la adquisición de éste a través de la gestión de información.
Según especialistas consultados la gestión de información es el proceso que se encarga de planificar, organizar, dirigir y controlar la información de una organización; abarca todo lo relacionado con la obtención de la información precisa para mejorar los procesos, productos y servicios de la organización, con el objetivo de organizar y poner en uso los recursos de esta.
Entre los procesos principales de la gestión de información están: la identificación de las necesidades de información, la adquisición de las fuentes informativas, su organización y almacenamiento, el desarrollo de productos y servicios, su distribución y uso; procesos base de la creación del conocimiento durante la existencia productiva de la organización. Existe una clara conciencia acerca de la necesidad de elevar la gestión de información.
Las transformaciones en los centros superiores también han incidido en la labor del profesional de la información en las bibliotecas, elemento básico dentro del proceso pedagógico de la institución, en tal sentido, los objetivos de la biblioteca tienen como punto de partida los propios objetivos de esa educación y se adaptan a las características de cada centro.
Es por ello que la biblioteca debe ir en la búsqueda de nuevos procedimientos y medios para investigar y convertir en conocimiento y saber las informaciones que en dicho proceso académico encuentren.
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